Hace unos días descubrí esta divertida entrevista a John Cheever en The Paris Review. En ella habla de la adicción de su madre a Middlemarch, de las 36 preguntas que Harold Ross hacía a los autores antes de publicarles un cuento en el New Yorker, de las últimas palabras de e. e. cummings y de por qué llora cada vez que lee una biografía de Fitzgerald. También dice cosas como esta: "MI definición de un buen editor es la de un hombre que me parece encantador, que me envía cheques de sumas elevadas, alaba mi obra, mi belleza física y mis proezas sexuales y que tiene dominada a la editorial y al banco".
Aquí la entrevista en inglés.
El archivo de entrevistas de The Paris Review es un tesoro.
Este libro compila unas cuantas en castellano.
Aquí se puede leer "The Swimmer", uno de los relatos de Cheever más conocidos. Se adaptó al cine en 1968. Mira.
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